El Museo Histórico Militar de Valencia acoge del 1 de marzo de 2023 hasta el 9 de junio de 2023 una gran exposición gratuita de Playmobil sobre el continente americano
Índice
Cuantos dioramas habrá en la exposición
La exposición contara con 6 dioramas de distintas temáticas
Horarios Exposición Playmobil Museo Militar Valencia
El horario sera el mismo que el del museo militar
Lunes CERRADO
De martes a Sábado
- Mañanas de 10:00–14:00
- Tardes 16:00–20:00
Domingos de 10:00-14:00
Como Llegar a la exposición de Playmobil del Museo Militar de Valencia
Todos los Dioramas de la Exposición del museo militar
Descripción de los 6 dioramas de Playmobil
Aquí os dejamos la descripción de los 6 dioramas y una foto de cada uno
1513: Viaje de exploración de Juan Ponce de León y el descubrimiento de La Florida.
Autores: Miguel Ángel Isern y María Rosa Alonso (Mallorca)
Ponce de León que había sido el primer gobernador de Puerto Rico, a través de los relatos de los nativos de La Española, Cuba y Puerto Rico, conocía la existencia de extraordinarias riquezas más allá de los territorios al noroeste de la Isla de Cuba. Por ello había solicitado y obtenido el permiso real para explorar, obtener riquezas y reclamar esas tierras en las que hasta la fecha, ningún otro conquistador había osado aun adentrarse. Eso decía la historia oficial; pero según algunas malas lenguas, lo que en realidad buscaba era encontrar las fuentes de las que los nativos aseguraban que brotaba la eterna juventud.
Aquel viaje de exploración duró siete meses y supuso el descubrimiento de nuevos territorios: el 8 de abril de 1513 fue el primer europeo en tomar solemne posesión en nombre del Rey de España, de la tierra en la que desembarcó y a la que llamó La Florida.
También aquel viaje supuso la utilización y descripción en su expedición por el marino Antón de Alaminos, de la transcendental corriente del golfo. Esta corriente sería utilizada en los viajes de la Flota de Indias, ya que permitía reducir enormemente el tiempo de navegación entre América y Europa, convirtiéndose en un secreto celosamente guardado en las cartas de navegación hasta la segunda mitad del siglo XVII.
La nueva tierra descubierta, La Florida, era una vasta llanura plagada de pantanos, marismas y ciénagas que se entrecruzaban en un entorno de vegetación exuberante de palmeras, pinos, robles y toda suerte de plantas tropicales, con ríos no navegables por naos, con vastos bancos de arena y corrientes en la costa que complicaban la navegación, sin apenas resguardo natural para guarecer embarcaciones mayores que una canoa, azotado por huracanes, tornados y tormentas tropicales de todo tipo. Repleto de seres potencialmente mortales para los recién llegados, desde los imponentes osos negros y pumas, hasta las diminutas arañas y escorpiones venenosos, serpientes de picadura mortal, caimanes y cocodrilos. Sin embargo, los más peligrosos, eran los humanos que ahí habitaban, entre ellos los Calusa, unos nativos belicosos, con una sociedad compleja que dominaban a otros pueblos nativos de la península y que no tenían miedo a los europeos ni a las armas de los exploradores.
El establecimiento definitivo en aquellas tierras fue una empresa realmente complicada. El mismo Ponce de León, en su primer viaje de exploración perdió una de las tres naves y nunca más se supo de ella. En su siguiente viaje a la Florida perdió la vida a los 43 años por una flecha envenenada.
De todos los territorios del actual EEUU en los que España estuvo presente durante más de trescientos años, la Florida se llevo la palma en cuanto a dificultades.
La defensa de San Agustín de Tucson
Autores: Mario Carvelli (Moncada) y Jose Mª Torres (Valencia)
El Presidio Real de San Agustín del Tucson fue una construcción militar de vigilancia fronteriza, fundada por los españoles en el siglo XVIII en el actual territorio de Arizona (EEUU). La fortaleza original fue el casco histórico a partir del cual nació la actual Tucson.
En 1779 la guarnición dispuso de setenta y siete hombres, de los que solamente treinta y cuatro de los soldados eran españoles, siendo el resto mestizos, mulatos o indios. De toda la guarnición, treinta y siete eran dragones de cuerda. Una de sus características era el contar con cuatro caballos por soldado, así como una mula. El robo de este ganado fue una de las razones de los continuos conflictos con los apaches, los cuales realizaron constantes razias para robarlos.
En noviembre de 1779 una numerosa partida de apaches se presentó ante el presidio de Tucson. Los apaches, confiados en su superioridad numérica, no contarán con la experiencia y valor de los dragones de cuerda. Estos, en vez de refugiarse en el presidio, decidir lanzarse al ataque contra los sorprendidos indios que, atónitos, no podrían dar crédito a que fueran ellos los atacados. El resultado fue la victoria hispana en un combate desigual que enfrentó a quince dragones de cuera contra cerca de trescientos indios.
Siguió un periodo de relativa calma que ayudó a los españoles, ayudó a guerreros pima y papagos, dos tribus cristianizadas y aliadas de los españoles desde hacía más de cuarenta años, ir extendiéndose por el territorio e incluso fundar nuevos presidios en el territorio de los indios yuma.
Sin embargo, la guerra apache no terminó aquí: en mayo y diciembre de 1782 y posteriormente en 1784 volverían a lanzarse sobre Tucson con resultados idénticos.
Las luchas, escaramuzas y columnas de rescate de cautivos siguieron varios años, hasta que se utilizaron la paz en 1793, tras la que los apaches, yumas, chiricauas, navajos y otras tribus fueron poco a poco relacionándose con los españoles hasta terminar por convivir con ellos en las distintas misiones, presidios y asentamientos.
Hubo un período de algunos años de paz hasta que todo cambió con la independencia efectiva del virreinato de Nueva España en 1821. En 1846, México perdió esos territorios y llegaron otros soldados de frontera.
“Bernardo de Gálvez en Pensacola”
Autores: Pablo Baldo (Villena) Simón Sánchez (Madrid) y Jesús Gómez (Madrid)
La dura guerra entre Gran Bretaña y sus trece colonias rebeldes de América del Norte (1775-1781) se saldó con la victoria e independencia de las colonias, pero esto no hubiera sido posible sin la intervención de Francia y también de España.
El 16 de octubre de 1780, una flota con unos 1.315 soldados y 5 navíos de la armada española, bajo el mando de Bernardo de Gálvez, puso rumbo al continente norteamericano con objeto de atacar y tomar la plaza de Pensacola a los ingleses, al mando del inglés general, John Campbell.
Tras iniciar las hostilidades con los ingleses y realizar avances en tierra, el 19 de abril de 1781 llegó una escuadra de refuerzo procedente de Cádiz: Bernardo contaba ahora bajo su mando con 7.498 soldados y 19 navíos de línea. Era la hora de iniciar el asalto a Pensacola.
Enfrente estaban dispuestos a resistir 3.600 hombres pertenecientes al 16º y 60º Regimiento inglés, el 3º Regimiento alemán de Waldeck, los Regimientos de Realistas de Pensilvania y Maryland, los West Florida Royal Forresters, la Royal Artillery, los Dragones de Maryland, y unos 950 indios , civiles armados y marinos de los buques HMS “Mentor” y “Port Royal”.
Finalmente, las tropas inglesas se vieron desbordadas por el ímpetu y decisión de las tropas españolas. John Campbell se vio obligado a levantar la bandera blanca y rendir la plaza de Pensacola a la Corona Española.
El 9 de mayo el general Campbell firma las capitulaciones. El acuerdo convendrá la entrega no sólo de Pensacola, sino también de los fuertes al norte del Golfo de México, excepto San Agustín y la isla de Jamaica. En el mismo documento se garantizaba la repatriación de las tropas inglesas a Inglaterra.
“Yo solo”, reconocido símbolo por Carlos III, aparece como lema en el escudo de armas de Bernardo de Gálvez y era uno de los símbolos de los adelantados españoles en Estados Unidos. Cuando las baterías de costa inglesas cañoneaban la flota española, Bernardo decidió entrar con su nave en la bahía de Pensacola, logrando con sus tropas rendir la guarnición inglesa.
La victoria se utilizó con júbilo y sonaron las campanas en Nueva Orleans, La Habana, México y Madrid. Pero seguramente la mayor satisfacción la tuvo George Washington, que estaba luchando con sus tropas rebeldes contra el Imperio Británico.
Hernando de Soto. Descubrimiento del río Mississippi
AUTORES: Enrique Montoliu y Jaime Mulet (Valencia)
Una de las mayores exploraciones del territorio de Norteamérica tuvo como protagonista a Hernando de Soto. Este conquistador extremeño fue también el primero que en 1541 cruzó el gran rio Mississippi, en una expedición llena de aventuras, que duró tres años y que descubrió el sudeste del subcontinente norteamericano.
Hernando de Soto nació en Jerez de los Caballeros, pero forjó su destino en las campañas de Nicaragua y Perú. Consiguió un buen Tesoro, ganó fama como jinete y Capitán, siendo admirado por sus compañeros de armas, sólo le faltaba la Gloria. Consiguió ser nombrado como Adelantado de la Florida con la Orden Real de explorar sus territorios para anexionarlos a la Corona.
Pero lo que encontró en tierras norteamericanas no fue el imperio que anhelaba, si no selvas impenetrables, ciénagas, bosques que tapaban el sol, grandes llanuras y el “Padre de las Aguas”, MISSISSIPPI en idioma ojibwa. Pero de Soto se mostró siempre con una inamovible determinación en su proyecto, por adversos que se evidenciaran, por estériles en cuanto a la consecución de fortuna material.
Después de los preparativos en la Habana, donde dejó a su recién esposa, Isabel de Bobadilla, como Gobernadora, partió el 18 de mayo de 1539 hasta la bahía de Tampa en Florida. Desde ahí se adentró en los territorios, tierras difíciles, llegando más lejos que ninguno de los que le habían precedido, atravesando la imponente cordillera de los Apalaches por primera vez para los que no eran nativos, entre mayo y junio de 1940.
Y aunque Hernando de Soto priorizó la diplomacia con la población local, no titubeó cuando tuvo que emplear la fuerza para conseguir sus objetivos. Enfrentándose a todos, incluso a aquellos que desde sus propias filas aconsejaban por terminar la aventura.
Llegaron al río que llamaban Padre de las aguas, el MISSISSIPPI. Y a pesar de las dificultades del terreno, de la enorme anchura del río y de sus terribles corrientes, los españoles empeñados en atravesarlo construyeron unas rudimentarias piraguas con las que iniciaron la travesía el 8 de junio de 1541.
En su exploración, la expedición pasó por los actuales estados de Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Tennessee, Alabama, Arkansas, Mississippi, y Louisiana.
Agotado, pero con la determinación de fundar una ciudad al otro lado del Río Grande, regreso al Mississipi. Allí junto a sus orillas fallecía el 21 de mayo de 1542 de una fiebre, y en sus aguas fue sumergido.
Más de cuatro años después de la partida, los supervivientes, apenas trescientos, arribaron a Tampico, en México.
Una misión Franciscana en California a finales del S. XVIII
Autores: Arnau Gandia y Rubén Diago (Valencia)
Los españoles desarrollaron una fuerte actividad misionera al sur de Estados Unidos, con intensos esfuerzos para llevar el Evangelio a América. Las misiones franciscanas eran establecimientos religiosos y comunitarios que los frailes establecieron en la actual California durante el siglo XVIII para difundir el cristianismo entre los nativos americanos y establecer colonias españolas en la región.
Una misión empezaba con un franciscano portando una capilla portátil y varios soldados que lo custodiaban. Elegido un lugar, los frailes levantaban algunas cabañas para alojarse, poco a poco trataban de ganarse la confianza de los nativos, les invitaban a establecerse en las cercanías de la misión y así les iniciaban en el cristianismo. La misión crecía y se construía una iglesia, viviendas tanto para los frailes como para los nativos y también infraestructuras.
Los frailes no solo difundían el cristianismo, sino que también introdujeron la agricultura, el pastoreo de ganado y ovejas, les enseñaron técnicas de fabricación artesanal, así como nociones de carpintería y albañilería.
La introducción de la agricultura y ganadería fue un elemento clave ya que proporcionó una fuente de alimento estable y duradera para los habitantes de la región y los excedentes podían utilizarse para el comercio. Los frailes introdujeron principalmente cultivos de cereal, viñedos, huertos y olivos y tuvieron un notable éxito por una parte gracias a los sistemas de riego que implantaron y por otra parte gracias a que el clima era muy similar al mediterráneo en España.
Además de trabajar en las misiones, los nativos también participaban en actividades comunitarias y culturales. Muchas misiones tenían escuelas donde los indígenas aprendían sobre nuestra cultura, idioma y la religión cristiana.
Es evidente que el establecimiento de una misión era un choque cultural importante y en algunos casos generó conflictos entre los frailes y algunas tribus que no aceptaron su presencia, abusos por parte de algunos colonos o bien la introducción involuntaria de enfermedades europeas. A pesar de esto, las misiones tuvieron un impacto muy positivo en muchos aspectos de la vida de los nativos: aprendieron a cultivar alimentos, habilidades y oficios, se beneficiaron de la enseñanza y protección que se les ofrecía y también un impacto positivo en la región ya que, con el paso del tiempo, la misión crecía y se formaban pueblos alrededor donde se establecían otros nativos, colonos y familias mestizas.
Las misiones franciscanas en California siguen siendo una parte importante de la historia de la región y han dejado un legado duradero en la cultura y la arquitectura de California. Muchas de estas misiones aún se encuentran en pie y han sido restauradas y conservadas como lugares históricos y turísticos importantes.
Descubrimiento del Gran Cañón del Colorado
Autora: Belén Baviera(Valencia)
En 1540, solo 48 años después de la llegada de Colón al Nuevo Mundo, y apenas 19 años después de la conquista de México, los exploradoresespañoles aún trajeron de conocer la dimensión de América delNorte.Tras la misión de Hernando de Soto quepartió de Florida y atravesó territorio que hoy pertenece a diezEstados, Francisco Vázquez de Coronado parteen 1540 de Compostela (hoy Jalisco, en México) y tras pisarArizona y Nuevo México hubo de enviar pequeñas partidasexploratorias.
Una de esas partidas, bajo el mando delextremeño García López de Cárdenas, un puñado deespañoles se encontrado con indios, que les hablaron de un gran río.Pronto llegaron a un paisaje inhóspito, según sus notas: «Vimosuna gran barranca», y el río al fondo. Así pues, el primer europeoque contempló el Gran Cañón del Colorado fue español.Desafiando al sol abrasador, losespañoles quisieron bajar para abastecerse de agua, perocuanto más bajaban, más sed tenían, debido a la temperaturahirviente que se agudiza en el fondo del Cañón.
Solo entonces supieron la verdadera dimensión de la hondonada. Fracasaron en suintento, tuvieron que regresar sin lograr beber, asombrados por la profundidad del tajo que el río había hecho en el paraje. El GranCañón es una vistasa y escarpada garganta excavada por el ríoColorado a lo largo de millones de años en el norte de Arizona,Estados Unidos.Mesesmás tarde, Fernando de Alarcón, también de la expedición deCoronado, remontaría el río, llegando aCalifornia. Es necesario decir que Francisco de Ulloa ya había descubierto ladesembocadura del río Colorado en septiembre del año anterior,1539. Losespañoles dibujaban el mundo, a cada paso. El Gran cañón del río Colorado es una de las maravillas naturales del mundo, una vistasa y escarpada garganta excavada por el río Colorado a lo largo de millones de años. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.