Egipto, el don del Nilo
El Nilo fue fundamental en el desarrollo de la civilización egipcia. Fuente de vida y prosperidad, con sus crecidas marcó de tal modo la vida de los antiguos egipcios que incluso basaron su calendario en el ciclo anual del gran río, dividiéndolo en tres grandes estaciones: la inundación, la siembra y la cosecha.
Vídeo diorama playmobil Egipto
Pese a estar situado en una de las zonas desérticas y áridas más extensas del planeta, Egipto acogió a una de las civilizaciones más brillantes y ricas de la antigüedad, fuente inagotable de recursos. El Nilo aportó con generosidad el agua y los alimentos necesarios para la subsistencia de los egipcios y su curso constituyó la principal vía de transporte de personas y mercancías por todo el país. Hapi era la divinidad que personificaba el río, representaba el poder benéfico y fecundante del río que hacía verdear las orillas del valle y el Delta.
El pueblo egipcio le veneraba y hacía ofrendas para que sus crecidas fueran en los períodos correctos y su caudal fuera adecuado, muy comprensible ya que la mayoría de la población era labradora y, tanto una crecida insuficiente de sus aguas, como una excesiva crecida podían desencadenar hambre o terribles inundaciones que arrasaban incluso sus pueblos y canales.
Dioramistas Dioni Martínez (Almassora) Mario Bolufer (Alcudia)